🚀 El tiempo medido en "abuelas"
Usted es el último peldaño de una escalera que antes subió su abuela y la abuela de su abuela. Pase y compruébelo por sí mismo.
Buenos días, catacrockers:
Hoy os propongo tomar un poco de perspectiva y pensar en vuestro pasado y el de todos nosotros. Y el que tenga abuela, que se acuerde de llamarla ;)
1. Conectados al futuro
En su libro Sobre el viento y el agua (Salamandra, 2021), el escritor islandés Andri Snaer Magnason propone un juego para intentar explicar la capacidad que tiene un ser humano de conectar el pasado y el futuro. El juego consiste en preguntar a su hija en qué año nació su bisabuela, que ahora tiene 94 años, y hasta qué año viviría una bisnieta suya que alcanzara la misma edad. El resultado, le explica, es que ella habría conocido a alguien que nació en 1924 y a alguien que estará vivo en 2186 . “262 años”, le dice. “Ese es el tiempo que podrías abarcar. Conocerás a gente que vivirá todo ese tiempo”.
La intención de Magnason con este ejemplo es intentar que la gente se conecte un poco más con el futuro y tome medidas para evitar que quienes nos sucedan se enfrenten a un mundo inhabitable por la crisis climática. En un vídeo más reciente recurre al mismo ejemplo y recuerda que muchos glaciares habrán desaparecido cuando alguien que nazca hoy alcance la edad que tiene ahora su abuela:
Debemos empezar a conectar con el futuro de una forma íntima y urgente. Mi abuela nació en el año 1924. Si yo llego a tener nietos, la gente que más ame en mi vida seguirá viva en el año 2150. Porque nuestro tiempo es el tiempo de la gente que conocemos y amamos, un tiempo que nos creó y nuestro tiempo es también el de la gente que conoceremos y amaremos, un tiempo que creamos nosotros. Podemos pasar fácilmente 230 años y que varias generaciones se den la mano.
Os dejo el vídeo por si queréis verlo, pero más allá de la reflexión sobre la crisis climática, me gustaría centrarme en esa idea de visualizar el paso del tiempo de generación en generación y, sobre todo, de abuela en abuela. Este supuesto funciona, claro está, en un caso ideal donde los protagonistas son tan longevos como la abuela de Magnason. Pero no es tan descabellado, teniendo en cuenta la esperanza de vida de las mujeres en muchos países. E incluso se puede ampliar por los extremos.
Uno de los casos más alucinantes es el de la francesa Jeanne Calment, que vivió 122 años y sigue siendo considerada el caso documentado de mayor longevidad. La mujer, que murió en 1997, vio la construcción de la Torre Eiffel con 14 años ¡y llegó a conocer en persona a Vincent van Gogh! Si trazamos su “línea Magnason” hacia adelante y hacia atrás, quizá podría abarcar más de 300 años.
2. Dentro de tu abuela
Mientras me recreaba en este vértigo de asomarse al tiempo a través de la duración de una vida, me topé con un tuit de la ecóloga estadounidense Jacquelyn Gil en el que recordaba el hecho de que el embrión en el útero materno ya contiene los gametos femeninos de la siguiente generación. Lo expresó así:
Un pensamiento divertido: el óvulo que se convirtió en mí existía dentro de mi madre cuando estaba en el útero, lo que significa que no solo pasé unos meses dentro del cuerpo de mi abuela, sino que he estado presente hasta cierto punto desde 1954. Estamos más conectados con el pasado de lo que creemos.
Al margen den los matices que se le quieran poner (sobre la otra mitad de la carga genética, etc.), la idea de que nuestra existencia se extiende también hacia atrás en el pasado es fantástica. Como en un juego de muñecas rusas, nuestro material genético ha ido pasando de unos cuerpos a otros hasta llegar a ser nosotros.
Y no es solo una metáfora: es un hecho muy real pensar que toda la humanidad ha ido viajando hacia adelante en una máquina del tiempo que era el cuerpo de nuestras abuelas.
Veamos.
3. Una historia del mundo en 400 abuelas
Si echamos la vista atrás, hasta los orígenes de la civilización hace unos 10.000 años, nos parece una distancia inabarcable y difícil de entender en términos personales y humanos. Pero, ¿y si lo pensamos en individuos y generaciones?
La idea se ha utilizado muchas veces en divulgación y es muy poderosa. “Usted es el último paso en una escalera de generaciones que se remonta al pasado y a la historia”, escriben en este artículo en NPR. Si consideramos que cada generación tiene 25 años de duración, apuntan, entonces podemos verlo mucho más claro:
Entre los albores de la civilización y ahora, ha habido solo 400 generaciones. Llamemos a cada generación una "abuela" ("bisabuela" sería más exacto, por supuesto). Lo que muestra nuestro pequeño cálculo es que solo hay 400 abuelas que te separan a ti y a tu primer antepasado que puso la Tierra a arar.
Bajo esta perspectiva, la existencia humana es una cuerda tejida por la conexión de nuestras abuelas. Puestas en fila, una detrás de otra, esas 400 abuelas ocuparían el espacio de una pista de atletismo. La última de la fila, la abuela más antigua, podría echar a andar y en muy pocos minutos alcanzar a la primera, la abuela más reciente. ¿No os molaría saber qué se dirían? 😉
* Por cierto, si os interesa el tema de nuestra fila de antepasados, no dejéis de leer esto que escribí en Naukas allá por 2011: La paradoja de la primera persona (Naukas)
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Antonio Martínez Ron, periodista científico y escritor
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Que bello tu escrito! Invita a ser consiente de lo unidas que estamos todas, bisabuelas y bisnietas. Gracias!