Buenos días, catacrockers:
Lo primero, gracias de nuevo por estar ahí. Vamos al lío.
‘Ratones de sobre’
La historia científica flipante del día nos llega de la mano del equipo del japonés Teruhiko Wakayama, quien ha creado un método revolucionario para enviar esperma de ratón por correo. ¿Qué clase de depravado enviaría semen de ratón a otras personas?, os preguntaréis.
A ver, no nos precipitemos, que no es ninguna parafilia.
Lo de intercambiar semen de ratones de distintas cepas es algo que se hace constantemente entre laboratorios y esencial para la investigación genética y biomédica. Como me cuenta Lluis Montoliu (CNB-CSIC), hasta ahora se enviaban animales vivos, muestras en nitrógeno líquido o en ampollas de cristal, pero este equipo ha conseguido enviarlo con una simple carta y lo que es más alucinante: para probar que funcionaba han usado el semen enviado por correo para reproducir nuevos ratones que se podrían considerar ¡los primeros “ratones de sobre” de la historia!
No es coña. Incluso han creado un precioso “libro de espermatozoides”. Puedes leer los detalles aquí: https://www.vozpopuli.com/next/esperma-raton-correo.html
Comparto por aquí mis opiliones
Mientras los autores de otras newsletters comparten sus sesudas ‘opiniones’, yo prefiero compartir mis opiliones, que son esas arañitas (sic) que todos tenemos en alguna esquina de la casa con unas patas larguísimas y más flacas que el demonio. Pongo el sic en “arañitas” porque, aunque son arácnidos, no son arañas propiamente dichas. Cuenta Katherine J. Wu en The Atlantic que son medio cegatas y que usan sus largas patitas para percibir el entorno (sospecho que por eso es tan sencillo darles un zapatillazo). Algunas de estas patas son tan largas que necesitan su propio suministro de oxígeno y a menudo se separan del cuerpo en situaciones de peligro para volver a crecer. ¿No habéis notado nunca que después del zapatillazo cada pata sale por su lado como si tuviera vida propia1? “Puedes oír un pequeño click”, dice la investigadora Kasey Fowler-Finn, que debe tener un oído muy muy fino ;P
Lo chulo: el equipo de Vanessa González ha secuenciado el genoma de una de las especies más extendidas de estos opiliones (Phalangium opilio) y ha encontrado qué genes determinan la longitud de las patas. Tanto, que durante los experimentos ¡consiguieron generar por primera vez opiliones paticortos!
Parece una simple curiosidad, pero servirá para conocer mejor la historia evolutiva de estos animales y cómo han desarrollado sus extraños cuerpos. Y nos permite seguir con el juego de palabras y pensar que algunos opiliones, como algunas opiniones, tienen las patas muy cortas ;P
Sobre las setas con forma de falo nauseabundo
Hablando de opiniones.
Cuenta el micólogo Merlin Shaldrake en su estupendo libro “La red oculta de la vida” (Geoplaneta, 2020), que la hija de Darwin, conocida ya de mayor como “tía Etty”, sentía un gran asco por la seta falo hediondo (Phallus impudicus) que crecía en los alrededores de su casa. De modo que se dedicaba a salir cada día a recogerlas y quemarlas para impedir que las encontraran las mujeres de la casa. Lo describía su sobrina, Gwen Raverat, en 1952:
Equipada con una cesta y un palo puntiagudo, y vestida con un gabán de caza y unos guantes, se abría paso por el bosque siguiendo su olfato, deteniéndose aquí y allá, agitando sus fosas nasales cuando percibía el tufillo de su presa. […] Cuando terminaba su ejercicio diario, regresaba a casa con la recolecta y la quemaba discretamente en la chimenea de la salita con la puerta cerrada - para salvaguardar la moralidad de las sirvientas.
Como apunta Sheldrake, con aquella preocupación por los falos hediondos, la tía Etty contibuyó probablemente más que nadie a esparcir sus esporas por el bosque y garantizar su supervivencia. “Motivada por su horror, envolvió los falos hediondos con moralidad victoriana y se convirtió en una apasionada recluta de la causa fúngica”, escribe.
Y ahora pensad en lo que hacen muchos cuando ven una opinión absurda en internet y la comparten una y otra vez en su timeline muy indignados. [Mierda, creo que sin quererlo a mí también se me ha caído un opilión, digo una opinión]
La palabra del día
Siempre que pueda intentaré traer una de mis palabras favoritas por aquí. Teniendo en cuenta que “chiribitas” es el lema de esta newsletter recién nacida (como una hijita de Fogonazos) os dejo por aquí la etimología posiblemente apócrifa y maravillosa que me inspiró:
Una viñeta
Y bueno, creo que ya estaría. Que para ser la primera entrega creo que me he ‘enrollado’ muchísimo y alguno me querrá meter un lápiz o hasta un boli BIC en el ojo.
Gracias por estar ahí :)
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Ninguna arañita sufrió daños físicos durante esta newsletter