Buenos días, catacrockers:

Hoy me pilláis ya celebrando Naukas Bilbao, espero que nos veamos las caras allí. Y si no, siempre podéis seguir la señal en directo a través de nuestra web a partir de las 10:30 h hoy y mañana :)

Mientras tanto, os dejo un piscolabis:

La velocidad de las cosas

Recogiendo lo que decíamos el martes sobre ver el mundo al revés, y una vez asumido que además de nuestros sistemas de percepción, también es relevante la perspectiva física o el lugar desde el que observamos la realidad, me gustaría hacer hincapié en otro elemento importante en el que no solemos pensar: la perspectiva temporal.

Nuestro sistema perceptivo ha evolucionado para captar e interpretar la realidad una velocidad determinada. Es - por decirlo de alguna forma - nuestro tempo perceptivo. Este tempo es muy adecuado para cazar una gacela o pulir un hacha de piedra, pero inevitablemente deja fuera de nuestro rango de percepción acontecimientos que suceden demasiado rápido o demasiado despacio.

Así, no podemos ver los aleteos de una mosca ni percibir las evoluciones de las nubes en el cielo o el crecimiento de las plantas (por no hablar de los tiempos geológicos o las evoluciones astronómicas que van mucho más allá de una vida humana). Sin embargo, hemos desarrollado la tecnología para poder captar algunos de estos fenómenos.

En el siguiente vídeo, el especialista en fotografía time lapseLouie Schwartzberg explica con detalle cómo filmó las escenas de hongos creciendo en el documental “Fantastic fungi” (quizá lo mejor de la película, que está plagada de locuras). El vídeo es espectacular.

El proceso es digno de ver en sí mismo, pero quiero que os fijéis en lo que dice a partir del minuto 6:30, que reproduzco a continuación:

“Creo que cada forma de vida tiene un ritmo diferente de obturación o un número diferente de fotogramas por segundo [“frame rate”] . Así, por ejemplo, cuando un mosquito llega tu brazo para llevarse una pequeña gota de sangre, ve esa mano acercarse hacia él en velocidad superlenta y tiene un montón de tiempo para despegar, porque su ritmo metabólico, la duración de su vida, es mucho más corta que la nuestra. Y la nuestra es mucho más corta que la de una secuoya. Esa realidad en “tiempo real” en términos humanos no es el único punto de vista”.

La variabilidad de este punto de vista subjetivo entre criaturas no está del todo probada, pero es una hipótesis interesante sobre la que escribí hace muchos años (Ver: Apuntes sobre la velocidad del pensamiento- Libro de Notas). Igual os interesa ;)

Y hasta aquí mi pequeño flash de hoy. Espero que paséis un feliz día.

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Antonio Martínez Ron, periodista científico y escritor

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