🚀 La verdad sobre buzos y astronautas
Por qué los primeros aeronautas se adentraron más allá de las nubes provistos de escafandras.
Buenos días, catacrockers:
Regreso a la rutina después de un maravilloso viaje a México a principios de mes y tras el intenso y estupendo Naukas Bilbao, en el que he podido reencontrarme con muchos de vosotros. Este año, además de presentar Naukas Pro, participar en el programa de Carmona en directo desde el Palacio Euskalduna, moderar una mesa com Margarita del Val e Ignacio López Goñi e incluso saltar a la comba, tuve la suerte de dar una breve charla sobre una de mis obsesiones: la historia de los pioneros que abandonaron la zona de habitabilidad de la Tierra y se adentraron en nuevos territorios irrespirables.
Y de eso quiero hablaros hoy, pero empezando con una mirada diferente.
1. La mirada de un niño
De pequeño siempre me pareció que astronautas y buzos eran criaturas de la misma familia, que los unía un extraño parentesco y que debían llevarse muy bien entre sí, porque sus trajes se parecían y en ambos casos los necesitaban para respirar.
Para saber si esta imagen es compartida por otros niños, le pedí a mis seguidores en Twitter con hijos pequeños que participaran en un pequeño experimento. La pregunta que me planteaba era: ¿realmente los buzos y astronautas comparten rasgos parecidos en la imaginación de los niños?
Muchos de vosotros me enviasteis los dibujos de vuestros hijos, y algunos se parecían bastante a lo que yo había imaginado, como el de Cristina, de 10 años:
Otros parecían el mismo personaje en distintos paisajes:
Otros entendieron mal las instrucciones y en lugar de un buzo empezaron dibujando ¡un buzón! 😅 🤣 🤣
Otros como Niobe, de 8 años, se acercaron a lo que pedía:
Pero mucho, mucho:
Y otros como Daniela me regalaron pequeñas obras de arte :)
Por razones de espacio no he podido incluir todos los dibujos (podéis verlos desplegando las respuestas a mi tuit inicial) pero en general me encantó el experimento. Obviamente, he elegido los que más se parecen a mi idea inicial, pero muchos niños tienen en su cabeza la imagen del buceador moderno, con botellas de oxígeno y gafas, no tan parecido al buzo clásico con escafandra, de modo que mi relación entre ambos es un poco forzada.
Pero, ¿por qué la obsesión por este asunto? Aquí va la respuesta.
2 Los buzos estratosféricos
Como bien sabéis, en mi libro “Algo nuevo en los cielos” reconstruyo la historia de la exploración atmosférica, de abajo hacia arriba. Durante un tiempo, la carrera por ascender a los cielos y descender a ls profundidades del océano se solapó, lo que explica que en ambos casos recurrieran a estrategias parecidas. Se trataba de llevar una atmósfera portátil consigo, ya fuera en forma de cápsula o de traje presurizado.
En 1902, cuando se descubre la existencia de la estratosfera, las herramientas para sobrevivir en regiones donde no se podía respirar eran aún muy precarias. Desde la antigüedad se habían usado campanas de buceo y a principios del siglo XIX se había inventado un traje - al principio para sobrevivir en incendios - que terminó usándose para pequeñas inmersiones en puertos y permitía respirar mediante una manguera conectada a la superficie.
Estos eran los elementos con los que contaban los primeros aeronautas si querían adentrarse en la zona irrespirable del cielo y a partir del cual desarrollaron sus curiosas estrategias. Si queréis conocer más detalles, os dejo la charla de 10 minutos que di en Naukas Bilbao 2022, y que sirve de aperitivo sobre el tema. Espero que os guste :)
*PD: Añado esta oportuna viñeta que me pasa mi amigo Hécor Vives (Darksapiens):
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Antonio Martínez Ron, periodista científico y escritor
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